17.2.10

IN OR OUT OF THE HOLE?

3 comentarios:

  1. La finura y la elegancia siempre por delante.

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  3. El arte anti-imperialista no tiene la intención de “gustarle” a los consumidores de productos culturales condicionados a que el arte les proporcione placer cognitvo y a que las expresiones estéticas se neutralicen ante su mirada cegada ante la voluntad de que únicamente se le revele la intrascendencia estético-política de la obra. El arte que para el paladar domesticado es “dificultoso” por pecar de “mal gusto” es el arte que hoy es parte de lo que no existe. Es el arte que repudia con todas sus fuerzas la banalidad diabólica de “las zonas grises,” beatas de aquellos que viven vidas cómodas bajo una “democracia” para pocos orquestrada por la economía política. Es el arte que en la época de Andre Breton y de Marcel Duchamp “ofendía” a aquel grupo de gente que se conocía como burguesía y que hoy son la oligarquía impune y los aspirantes a oligarcas. Es el arte que se dio a la tarea de hacer conexiones que todavía no son visibles, o que solo son visibles desde un punto de vista que provoca desacuerdo en vez de consenso aprobatorio y sin reservas. Y como dijo Alain Badiou: “Más vale no hacer nada que trabajar formalmente por la visibilidad de lo que, para el Imperio existe.” Citamos esto último pensando también en las redundancias capitalistas de Santiago Sierra.

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